sábado, 7 de enero de 2017

Actualización del Proceso Mexicano

Todo tiene que ver con los procesos desarrollados por los científicos sociales de los ochenta, que preveían la caída de los procesos revolucionarios de Rusia y China, que no alcanzaron a detener la caída pero que dejaron sus reflexiones para el futuro, pero eso es otro cantar, pues la biblioteca que contenía esa literatura social y política, con títulos que ya no existen y son imposibles de recuperar, pues las editoriales desaparecieron y ya no se publican, fue destruida por bárbaros de la derecha que han asediado la casa de un servidor durante los últimos 6 años. Ahora estamos ante un escenario de complejidad inusitada para México, pero que ya es historia en otros países, excelente escenario entrópico con una complejidad que puede ser de ascenso o de descenso revolucionario dependiendo de la visión y capacidad de los diferentes actores para jugar el rol que les toca en este proceso.
Aquí lo importante es el fortalecimiento organizativo de manera cuantitativa o cualitativa de las organizaciones, instituciones y procesos del pueblo, o que defiendan los intereses del pueblo - entendida como clase social o como "los de abajo"-. En ese sentido la metodología de expresión social sube de calidad y se convierte en protesta social, para subir a una mejor calidad debería convertirse en presión social, pero hasta el momento sólo se ha quedado en un margen de desestabilización que hasta Peña Nieto puede utilizar, convirtiéndose en líder de la Nación - necesario ante el avance de las derechas representadas por Trump - si logra pacificar el proceso - pues ya se convirtió en asonada civil - con medidas inteligentes de abaratamiento de las gasolinas y vigilancia férrea en los precios.
Pero para las izquierdas que incluyen hasta el mismo PRI, es conveniente aprovechar el escenario entrópico y convertirlo en una espiral revolucionaria que eleve la calidad y cantidad de su organización de base y otras formas orgánicas de los antisistema hasta dentro de las expectativas del equipo actual de Peña Nieto, que buscan priorizar lo económico sobre lo político, cuando es necesario un equilibrio que resista los embates de la globalidad y de los proyectos depredadores del capitalismo atroz y global. Ya nadie detiene los fenómenos que están por venir, dicen los burgueses de la CANACO en México, están aterrorizados, pero no derrotados, por el bien de México deben pensar sensatamente sus siguientes movimientos y el Presidente esta en una disyuntiva interesante: o convierte el proceso en el liderazgo que él mismo necesita o tendrá que volverse otro cachorro del imperio más en México. Los saqueos son sólo un fenómeno más dentro de un  escenario complejo de desestabilización, que quieren magnificar los medios tradicionales sólo para satanizar lo impostergable la justicia social y el hartazgo de un sistema en declive.

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